En busca del placer by Day Leclaire

En busca del placer by Day Leclaire

autor:Day Leclaire [Leclaire, Day]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 978-84-9010-144-5
editor: Publidisa
publicado: 2011-12-15T00:00:00+00:00


Capítulo Siete

Catherine le explicó a Gabe cómo llegar al café donde había quedado con la novia. Annie Collington, una pelirroja con la nariz llena de pecas, parecía tensa y descontenta.

Cuando le presentó a Gabe, Annie sonrió con poco entusiasmo.

–Por supuesto que sé quién eres. Tu foto aparece en todas las páginas de sociedad de la sección de economía de las revistas del corazón.

–Yo no creería nada de esas revistas.

Ella miró a Catherine y dejó de sonreír.

–¿De veras tenemos que hacer esto? –preguntó–. Te he despedido, y con eso termina todo. Nada de lo que digas hará que cambie de opinión.

Antes de que Catherine pudiera contestar, Gabe intervino con delicadeza.

–¿Por qué no nos tomamos un café y algo de comer y buscamos la mejor manera de solucionar esto?

–Por favor, Annie –dijo Catherine–. Faltan ocho días para tu boda. Todo está maravillosamente planificado. No querrás tomar decisiones precipitadas que puedan estropearlo todo.

–Eso es precisamente lo que trato de prevenir –insistió Annie–. He oído lo que pasó en la fiesta de Marconi. Fue un desastre. No puedo permitir que pase eso en nuestra boda.

–Y no pasará –le aseguró Gabe, mientras las guiaba hasta una mesa y pedía café y una selección de sándwiches–. ¿Puedo hacerte una propuesta que quizá te ayude a tomar una decisión? –le preguntó a Annie.

–Gabe… –comenzó a decir Catherine.

–No, está bien –la interrumpió Annie–. Puede intentarlo.

Catherine permaneció en silencio. Después de todo, Gabe sólo trataba de ayudar, aunque ella sintiera que había tomado el mando de la reunión.

–¿Qué te parece esto, Annie? –dijo Gabe–. Si aceptas que Catherine y Elegant Events continúen organizando tu boda, yo te garantizo personalmente que tu boda va a celebrarse sin ningún problema.

–No puedes hacer eso –protestó Catherine al instante.

–¿Puedes hacerlo? –preguntó Annie al mismo tiempo.

–Claro que puedo.

La camarera les dejó una bandeja con café sobre la mesa. Gabe sonrió e hizo un gesto para indicar que lo serviría él.

–Veamos qué te parece mi oferta –continuó hablando mientras le entregaba a Annie una taza–. Si no quedas satisfecha con tu boda al cien por cien, me encargaré personalmente de devolverte cada céntimo.

–Eso no garantiza que todo vaya a salir bien –comentó Annie.

–Cierto –admitió Gabe.

Catherine lo miró en silencio. No necesitaba que nadie garantizara su capacidad para que la boda se celebrara a la perfección. Ella era muy competente y conocía muy bien el negocio. Sin embargo, con una simple oferta, él había hecho que Elegant Events pareciera un negocio que estaba empezando y que necesitaba el respaldo de un importante hombre de negocios.

–Puede que no sea capaz de garantizarte que nada vaya a salir mal si sigues adelante con el contrato pero, Annie, puedo garantizarte una cosa, tu boda será un completo desastre si decides continuar por tu cuenta a falta de tan pocos días. Sólo conseguirás crearte problemas si tratas de ser la novia y la coordinadora al mismo tiempo.

Annie se mordisqueó el labio inferior.

–Puedo conseguirlo.

–¿Tú crees? Entonces, te sugiero que tengas esto en cuenta… Después de lo que sucedió con la fiesta



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